¡A Las Vegas!

Este mes me voy a Las Vegas para jugar en el evento principal de las World Series of Poker… Menudo cachondeo, ¿no? Un primo como yo, sin experiencia en torneos, metido en el torneo de poker más importante que existe. No tengo la más mínima oportunidad de entrar en el dinero, pero sólo por la experiencia ya vale la pena ir hasta allí.

Seguiré informando.

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Otro ‘Value Bet’ en el River

Somos cinco jugadores. UTG se retira y el siguiente en hablar sube (este jugador sube aproximadamente con un 20% de las manos en esa posición). El dealer se retira, y yo, que estoy en la ciega pequeña con 66, hago re-raise. A continuación, la ciega grande pone la cuarta apuesta. Este jugador es weak-tight y considero que para poner la cuarta apuesta tiene que llevar por fuerza AA, KK, QQ o AK (tal vez JJ).

El flop viene 9-7-J tricolor. Yo paso, la ciega grande apuesta y el otro se retira. En este momento, tenemos 13 apuestas pequeñas en el bote. Asumiendo que mi lectura sea correcta, las odds de que mi rival lleve una pareja alta son de 18 contra 16 de que lleve AK. Es decir, vale la pena continuar en el bote, porque casi la mitad de las veces quien va por delante en la mano soy yo. Así que hago call.

[Para aquellos que no conozcan la teoría, existen 6 formas de tener una pareja y 16 formas de tener AK. Las 6 formas de tener ases son las siguientes:

A A
A A
AA
A A
A A
A A.

De la misma forma se cuentan las 16 formas de tener AK.]

En el turn sale un 4. Aquí creo que la forma más barata de averiguar si el villano lleva una pareja alta es hacer check. Si apuesto y lleva una pareja, probablemente me suba y yo pierdo una apuesta; si no me sube, puedo perder más en el river. Si en cambio paso y él apuesta, hago caso de mi lectura de que es un jugador débil que sólo apuesta con pareja y me retiro. Si paso y él pasa, me decanto por pensar que lleva AK. Así que en el turn decido pasar, y él pasa también.

En el river sale un 10. Apuesto y me lo ve con AK.

Como dije en la primera entrada dedicada al juego en el river, es aquí cuando disponemos de una lectura más fiable de la mano que puede llevar nuestro rival. No importa que hayan salido cuatro cartas más altas que nuestra pareja o que haya posibilidad de escalera, si lo ponemos en AK, nuestra jugada es superior.

Apostando en el River

Tenía pensado dedicar 18 entradas completas a hablar acerca del juego en el river, pero no sé qué me ha pasado que… bueno, he ido perdiendo momentum (esta palabra no es castellana, ¿verdad?… bueno, qué más da, ahora no me viene la palabra). Tengo pendiente comentar algunas manos básicas que he recopilado, así que vamos con la primera.

Estoy de repartidor con 88 en una mesa de cinco jugadores. El primer jugador en hablar hace call (a nosotros el médico nos tiene prohibido hacer call desde esa posición), el siguiente, un jugador super-agresivo, sube, yo resubo en un intento de aislar a este jugador. La ciega grande, sin embargo, ve las dos apuestas (cosa que no me extraña, ya que este jugador es un caller nato). Y los otros dos jugadores también permanecen en el bote. Tener 88 con tres jugadores en la mano no es una situación ideal, pero el flop ofrece un aspecto favorable: 773 tricolor. Todos pasan hasta mí, yo apuesto y la ciega grande sube. Los demás se retiran.

Tal y como están las cosas, o bien voy por delante con mucho, o bien voy por detrás y sólo tengo dos outs. Las manos con que puede estar ganándome son 99, TT, JJ, 33 y 7x. Las tres primeras las descarto porque creo que este jugador hubiera puesto la cuarta apuesta pre-flop para tratar de aislarme. 33 es muy difícil. 7x es más probable. Pero me decanto por que tiene un 3 o una pareja pequeña: 44, 55 o 66. Así pues, decido hacer caso de mi lectura y sólo hago call. Si le subiera se lo podría fácil para retirarse con una pareja pequeña y yo prefiero mantenerlo en el bote con una mano que difícilmente mejorará.

El turn trae un 10. Mi oponente apuesta y yo lo veo. El river es un 9 y ahora mi oponente pasa…

En el turn y el river han salido dos cartas más altas que mi pareja, pero son dos cartas que no están relacionadas con la mano y no deberían haber mejorado la jugada del villano. Su check me convence de que posiblemente lleva una de las manos en las que le he puesto, así que decido apostar. El villano me ve la apuesta y enseña A3s. Así pues, el villano tenía odds para continuar en la mano aunque yo le hubiera subido; era una mano imposible de proteger.

En el river, lo cómodo para mí hubiera sido pasar y comprobar si mi mano era la ganadora, pero como ya dije en la otra entrada, se trata de maximizar el número de apuestas que se ganan en el river. En mesas short-handed, el saber hacer value bets en el river puede marcar la diferencia entre ser un jugador ganador o un jugador perdedor.

Juego en el River

Muchos jugadores actúan en el river de forma maquinal, sin pararse a pensar un segundo acerca de la mano que les ocupa. Lo que hacen estos jugadores débiles es limitarse a actuar de acuerdo a su jugada; dependiendo de lo alta que ésta sea apuestan, suben, ven o pasan. Normalmente no piensan en llevar a cabo acciones relativamente sofisticadas como la de hacer call con la mejor mano, en vez de subir, con la intención de que un tercer jugador también haga call (o incluso raise). O como hacer re-raise con la segunda mejor mano para echar del bote a un jugador que todavía tiene que hablar y probablemente les tiene superados. O como pasar para inducir el farol de un jugador que no ha conseguido su proyecto en la última carta.

El otro día jugué una mano desde la big blind en la que los seis jugadores que participábamos hicimos check hasta el river. El tablero quedó así: xJQKT. Yo aposté y el siguiente jugador subió, cosa estúpida, ya que jamás se me hubiera ocurrido apostar sin el As… Es muy posible que aunque este jugador hubiera hecho call nadie más habría hecho call, pero, quién sabe, a lo mejor alguien tenía trío de dieces y no podía resistir la tentación. En todo caso, ver la apuesta tenía una expectativa superior a la de subir. Pero este jugador subió porque tenía el nuts y eso era todo lo que contaba para él.

Muchos jugadores son incapaces de hacer fold con una jugada hecha en el river, por muy evidente que sea que les han superado. Pondré como ejemplo una jugada que se ve con una cierta frecuencia. Un jugador hace call y otro sube con AA. El flop viene Q77. El primer jugador hace check-raise, el jugador de AA, re-raise. En el turn sale una carta que no afecta. De nuevo el jugador de AA apuesta y el otro hace call. En el river sale una Q. El otro pasa y el de AA no sabe contenerse y vuelve a apostar. Y ahora el primero hace check-raise. Está claro que este jugador lleva una Q y hay que tirarse, pero los jugadores débiles pagan esa apuesta sistemáticamente. No pueden hacer fold con AA.

Sin un buen juego en el river resulta muy difícil ganar dinero en Texas Hold’em. La clave en la mayoría de manos está en extraer una apuesta más o perder una apuesta menos; normalmente lo primero, ya que muchas veces resulta imposible retirarse debido al tamaño del bote o a un rival demasiado imprevisible como para correr el riesgo de tirar la mejor mano por no pagar una apuesta. El caso es que en el river un buen jugador saca ventaja de su capacidad para leer manos, ya que es la ronda de apuestas en la que puede tomar decisiones mejor informadas. Si no lo hacéis ya, empezad a reflexionar en el river. Si poniéndole más empeño lográis ganar una apuesta adicional cada cien manos, habréis mejorado en mucho vuestro ratio de ganancias.

Comentario de Manos en Texas Hold’em con Límite

El otro día se me ocurrió que hace mucho que no comento manos en el diario. Decidido a cambiar eso, me puse a copiar el historial de las manos más llamativas que iba jugando. En esta entrada y en entradas futuras iré publicando estas manos. La mayoría de las manos que estoy recopilando, son manos inusuales, en las que tomo decisiones un tanto arriesgadas basadas en mi lectura del rival y de la situación. Pero como dijo Jawaharlal Nehru, la estrategia de ser demasiado cauto, comporta el mayor riesgo de todos.

Party Poker, $10/$20 (6 jugadores)

Situación: Estoy de Repartidor y hay dos calling stations totales en las blinds; imposible robar las ciegas. Yo tengo A 7, una mano demasiado buena como para tirar las cartas.

3 fold, Álex call, SB call, BB check.

Flop: 4 J J

SB bet, BB fold…

Deduzco que la SB no tiene una Jota porque cuando este jugador se ha encontrado con un trío en el flop —lo que, por cierto, ha ocurrido tres veces en unas treinta manos—, siempre se ha esperado hasta el river para subir.

…Álex raise, SB call.

Con su call deduzco que probablemente lleve el 4. Desde luego, si es así no habrá forma de tirarlo.

Turn: [4 J J] 8

SB check, Álex check.

River: [4 J J 8] 8

SB check, Álex bet…

Decido apostar con lo que creo será la mejor mano, aunque aquí lo difícil es obtener el call de una mano inferior.

…SB call.

SB enseña 4 T.

Increíble que me vea la apuesta en el river, ¿no? ¿Qué pensaba tenía él, triple pareja?

PokerStars, $10/$20 (6 jugadores)

Situación: Estoy de Repartidor con 7 7. El jugador que habla antes que yo es hiper-agresivo. En las notas que tengo sobre él tengo apuntado “BS”, que no significa bullshit, sino betting station. Es uno de esos jugadores que apuesta en cada ronda, sin importarle sus cartas ni que le estén haciendo call. Su esperanza es que en algún momento su adversario se retire.

3 fold, CO raise, Álex re-raise, SB fold, BB fold, CO call.

Flop: 5 Q 3

CO bet, Álex call.

Como era de esperar, apuesta en el flop. Sólo hay una carta más alta que mi 7, así que el flop parece bueno.

Turn: [5 Q 3] 6

CO bet, Álex call.

Imagino que aquí un raise por mi parte hubiera sido mejor. Dependiendo de lo que saliera en el river, hubiera podido elegir entre volver a apostar o pasar.

River: [5 Q 3 6] 3

CO bet, Álex raise, CO call.

CO enseña A 4.

De nuevo, un call en el river cuestionable. Supongo que quiso asegurarse de que no llevaba KJ o JT… Por otra parte, si le llega a salir la escalera le hubiera tenido que pagar, clarísimo.

Tengo otras manos anotadas que ya iré publicando. Suerte en las mesas.

Poker Online En Vivo

Un lector de este diario me pregunta qué escribo en las notas que tomo de los jugadores. Os contaré lo que hace un amigo mío. Su método no es muy científico pero tal vez a alguien le sirva. Bueno, no, jeje, en realidad no creo le sirva a nadie.

El otro día este colega me invitó a su casa para echar a dúo unas manos de poker online. Antes de empezar, nos tomamos unas copitas de Chivas para despejarnos un poco. Como íbamos a medias y habíamos juntado nuestros bankrolls, nos sentamos en una mesa de $20/$40, en Party Poker. Pues bien, transcurridos cinco minutos de juego, este colega, cuyo nombre es Matt, vio alguna acción en un jugador que le llamó la atención y le puso una nota con el comentario “Dead Money”. Me hizo reír. «Muy bueno, Matt», le dije.

Supuse que la broma terminaba ahí, pero un par de manos más tarde Matt le abrió una nota a otro jugador con el mismo comentario. Quince minutos después, la mitad de los jugadores de nuestra mesa llevaban la etiqueta “Dead Money”. Así es como Matt toma notas de los jugadores…

Estuvimos jugando un par de horas en esa mesa y ganamos en torno a los $600 (claro, con tanto dead money allí sentado…). Pero como todavía teníamos ganas de acción, decidimos enfrentarnos uno contra el otro en un torneo no-limit. Matt encendió el ordenador portátil y se sentó en frente de mí… Ésta fue mi primera experiencia en la “modalidad” de poker online en vivo. Me gustó. En el poker online en vivo uno se ahorra de barajar, lo cual es un rollo, sobre todo cuando se juega mano a mano.

En este torneo Matt tuvo una suerte del copón. No me pegó bad beats, pero ligó toda clase de jugadas y terminó por eliminarme en una mano en la que fuimos all-in pre-flop, yo con QQ y él con KK, lo que ya es casualidad que se produzca jugando uno contra uno. Bien, pues nada más concluir el torneo, fui a ver qué había escrito Matt en la nota que había abierto sobre mí mientras jugábamos. Supongo que lo adivináis, ¿no? Sí, sí, sí, eso mismo. Dead money. Qué cabrón.

Últimamente, no estoy triunfando en las mesas. No es que me vaya fatal, es sólo que no gano como debería. Desde que juego en $10/$20 y en $15/$30 estoy seleccionando más las mesas y cuando no lo veo claro tardo poco en dejar mi asiento libre. De hecho, creo que estas semanas he jugado en mejores mesas que estando en $5/$10, cuando me limitaba a sentarme en el primer asiento que pillaba. Y sin embargo, me está costando ganar. No voy a quejarme, queridos lectores. Considero que con la tremenda racha que disfruté hace un tiempo, el reparto de suerte en mi carrera de poker online quedó nivelado. Fue como resetear el contador de suerte y empezar de nuevo. Así que, bueno, creo que ahora puedo tener un poco de paciencia.

Feliz Año y buen poker.

En Racha

Hace unas semanas me mudé de piso y conseguí por fin restablecer el contacto con la tecnología moderna. Señores, ¡viva el ADSL! Ha sido frustrante verme apartado de las mesas de poker durante semanas por culpa de la conexión, pero eso me ha permitido cumplir con mis deberes en el hogar: la mudanza, comprar muebles, contratar servicios… En fin, amigos, toneladas de diversión. (Aunque también hubo tiempo para hacer un viajecito de placer al continente, todo hay que decirlo).

Hablemos de poker. En mi regreso a las mesas retomé la buena racha justo en el punto donde la había dejado. El éxito fue tan rotundo que decidí hacer mis primeras incursiones en el nivel de $15/$30… Subir de nivel es algo que me encanta, lo encuentro muy refrescante. Uno se vuelve más consciente del dinero que se está jugando. Está más concentrado, más metido en la partida. Cuando subo de nivel procuro no jugar en más de dos mesas al mismo tiempo; hay que controlar a los jugadores, valorar las diferencias respecto al nivel previo. Supongo que todos hacemos lo mismo.

Pues bien, el debut no ha podido ir mejor: +5,6bb/100. Sólo son 3000 manos las que he jugado, pero jodó, sienta bien debutar así en un nivel. De momento sólo estoy jugando en las mesas que veo más asequibles. De hecho, todavía no he abandonado por completo el nivel de $5/$10, y paso muchas horas en $10/$20. Voy allí donde veo una buena oportunidad.

Para acabar voy a reproducir una mano de ésas en las que la suerte ha estado de mi parte. Party Poker, $15/$30.

Estoy en la ciega grande con Q T. Dos jugadores hacen call, la SB fold, yo check.

Flop: A J 3

Todos hacemos check.

Turn: [A J 3] K

Álex bet, Jugador 1 fold, Villano raise, Álex re-raise, Villano re-raise, Álex call.

River: [A J 3 K] 7

Álex bet, Villano raise, Álex re-raise, Villano call.

Sumario:
Álex muestra Q T y gana con color.
Villano muestra Q T y pierde con escalera.
Álex gana el bote: $457

Como he dicho antes, así da gusto subir de nivel.

Indentifica tu Umbral del Dolor para Saber cuándo Retirarte con Pérdidas

La racha —aquella racha maravillosa de la que os hablé en el último post— llegó a un abrupto fin. Y no fue por culpa de los bad beats, qué va, ¡fue por culpa de la maldita conexión a Internet! Mi proveedor me llegó a putear tantísimo que al final decidí darme de baja, y ahora ya llevo semanas navegando a 56KB, con una conexión tan poco estable que no resulta apta para jugar a poker. Sí, sí, como lo oís, en plena era del High-Speed Internet Access, aquí me tenéis a mí navegando a 56 puñeteros KB, perdiéndome la mejor racha desde que empecé a jugar, perdiéndome el WCOOP de PokerStars, y, lo que es más grave, perdiéndome el torneo mensual del foro. Pero claro, como estoy trasladándome de casa, pues no voy a instalarme una nueva línea de teléfono para unos pocos días, así que me toca aguantarme.

Y en fin, no hay mucho más que contar. Aunque ya que me he puesto a escribir, voy a comentar el tema de cuándo retirarse de una sesión con pérdidas. O mejor dicho, voy a revisar mi postura sobre este tema.

Hace tiempo escribí esto en El Buzón del Poker: «Una racha de malas cartas no es por sí sola motivo para dejar de jugar. Si nuestros oponentes juegan mal y nosotros jugamos bien, sin dejar que las pérdidas afecten nuestra estrategia, seguir en la partida puede resultarnos provechoso. No importa que en las últimas cien manos hayamos recibido unas cartas deplorables; nuestras probabilidades de ligar buenas cartas en las próximas manos son iguales que las del resto de jugadores». Todo eso es cierto, yo no he sido el primero en exponer algo así y tampoco seré el último. Bien. El problema es que en la práctica cuesta mucho no dejarse afectar por un ataque salvaje de bad beats asesinos y seguir jugando al mejor nivel. Es difícil, complicado. No niego que algunos sean capaces de lograrlo. Sólo digo que es… difícil, complicado.

Lo que es yo, debo reconocer que a veces me he ofuscado con las pérdidas. En particular destacaría una noche, hará ya un par de meses, en la que me senté a jugar media horita para pasar el rato, y empecé a perder, a perder, y transcurrió la media horita y seguía perdiendo. Luego transcurrieron varias horas más, durante las que seguí perdiendo y, tozudo yo, terminé por no irme a la cama hasta las ocho de la mañana. Con pérdidas, claro. Y mentiría como un bellaco si dijera que esa noche jugué durante todo el tiempo a mi mejor nivel…

Apuesto a que a muchos os ha pasado. Uno quiere recuperar lo perdido, pero no le vienen las cartas y se va caldeando. La cosa sigue empeorando y uno sabe que está jugando mal y que debería abandonar las mesas e irse a la cama, ¡pero eso es lo último que desea hacer! Hay que remontar a toda costa, recuperar al menos una parte de las pérdidas…

El problema se presenta cuando uno ha perdido una cantidad que le hace sentir mal. Por eso, yo, desde esa noche de la que os he hablado, me he marcado un límite de pérdidas máximas en una sesión de 30 apuestas grandes. Perder 30 apuestas es algo que puedo asumir sin que me afecte, pero cuando paso de esa cantidad empiezo a pensar en lo que estoy perdiendo y eso no es bueno ni para mi psique ni para mi juego. Así que 30 apuestas. Punto.

Para mí, en días normales, son 30 apuestas grandes, pero cada jugador debe conocer su umbral del dolor y establecer su propio límite de acuerdo a él. Cuanto más preparado esté uno sicológicamente, más puede perder sin inmutarse. Pero estoy convencido de que todos tenemos un límite que si sobrepasamos, nos deja tocados. No conviene hacerlo.

 

PS: Reflexionando un poco más sobre este tema, me doy cuenta de que el límite varía de un día a otro. Factores como qué resultados hemos obtenido recientemente o el ánimo que tengamos ese día, hacen que oscile el punto en que se sitúa nuestro umbral del dolor. Igual que hay días en que no aguantamos a la gente y estallamos a la mínima provocación, los hay en que no soportamos perder.

De nuevo, cada uno debe conocerse a sí mismo, y prever de antemano cuál es su límite para el día.

Ganando Sin Parar

Sienta bien ganar. Oh sí, sí, sí. Sienta muuuy bien. Estos días estoy atravesando la que probablemente sea la mejor racha que he tenido desde que empecé a jugar a poker online. Qué placer tan sublime. Ahora mismo llevo doce días consecutivos ganando. La cosa me está marchando tan bien que he tenido que postergar mis planes de jugar torneos un par de días a la semana. A lo mejor también ganaría pasta en los torneos, pero el coste de oportunidad para averiguarlo podría ser elevado. Diablos, ni siquiera debería estar escribiendo esta entrada.

He subido a $10/$20. Llevo unos días jugando en este nivel y estoy arrasando. Ayer, sin embargo, me llevé un susto. Estaba jugando en Noble Poker con algunos de los peores jugadores que se pueden encontrar en Internet. Tras 45 minutos iba ganando $800 y me sentía feliz. Pero a partir de ahí empecé a perder. En tres horas de cuesta abajo perdí $500 y ya sólo ganaba $300. La cosa pintaba mal. No me entraban cartas, y cuando me entraban, alguien tenía algo mejor o me fundían en el river. Me asusté, ¡llegué a pensar que iba a terminar la sesión sin ganancias! Pero entonces, de forma inesperada, pillé una buena secuencia de manos y, en media hora mágica, recuperé los $500 y gané $50 más. Pero, uf, qué mal lo pasé antes de eso, amigos. No se lo deseo a nadie.

Bromas aparte, ya era hora de que me tocara una buena racha de éstas. Ya era hora, maldita sea.

¿Qué Porcentaje del Poker se Basa en la Suerte?

Hace días se planteó en nuestro Foro de Poker el tema de la suerte. ¿Qué porcentaje del poker se basa en la suerte? Es un tema interesante. Investigarlo no nos va a hacer ganar más dinero, pero puede resultar instructivo.

Mi opinión es que no se puede medir el porcentaje de suerte que tiene el poker; nadie dispone de una fórmula matemática para calcularlo, ¿verdad? Lo que se puede es hacer simulaciones por ordenador para averiguar qué varianza podemos esperar en un número de manos determinado. En eso es en lo que me he entretenido.

Para estas simulaciones de limit Hold’em, que he realizado con el programa Turbo Texas Hold’em, mi propósito era aislar el factor suerte. Se me ocurrió que esto se podía conseguir enfrentando a un jugador contra sí mismo; de esta forma se elimina el componente estratégico.

El jugador que elegí es Bret Maverick. Tiene un perfil agresivo que va al flop un 17% de las manos. Para cada test le he hecho jugar diez veces en mesas de $5/$10 con diez jugadores (todos él mismo). Los test han consistido en partidas de 10.000, 30.000, 100.000 y 1.000.000 de manos.

Éstos son los resultados:

Nº de manosMayor desviaciónDesviación media
10.0003,2 bb/1000.93 bb/100
30.0001,9 bb/1000,51 bb/100
100.0000,99 bb/1000,34 bb/100
1.000.0000,35 bb/1000,11 bb/100

 

Desde luego, los tests que he realizado corresponden a una situación ficticia (un jugador enfrentándose a sí mismo, sin rake para la casa), y están pensados para ofrecer una idea del número de manos que se necesita para que el factor suerte deje de ser importante. Como puede verse, sólo tenemos que jugar un millón de manos para asegurarnos de que la suerte se reparte de forma bastante equitativa [risas]. Cien mil manos, no obstante, parecen ser suficientes (esto es, si en nuestro caso no nos toca el extremo más desfavorecido de la Campana de Gauss).

También he realizado simulaciones de partidas normales de diez jugadores distintos. En la mesa que he creado tres jugadores que son perdedores natos (juegan muchas manos y van mucho hasta el river) y el resto ganan en distintos grados. Para tener una idea más precisa de su ratio de ganancias he realizado una simulación de 9.999.999 manos. Luego he hecho diez simulaciones de 100.000, 30.000 y 10.000 manos. En ellas puede verse que un jugador que gana un promedio de 2bb/100 después de diez millones de manos, puede terminar 10.000 manos en números rojos, aunque sólo pasa alrededor del 10% de las veces. También es posible que pierda después de 30.000 manos (ocurre menos del 7% de las veces). Por último, tras 100.000 manos jugadas, todos los jugadores ganadores tienen beneficios y todos los jugadores perdedores tienen pérdidas.

Ahí lo tenéis. La suerte en el poker influye en el corto plazo, pero al llegar a las 100.000 manos no deja huella en el resultado.